Como el mismo título lo dice. FIN. 😉 #Broma
Es importante saber que es negociable y que no. Hace muchos años escuché la frase: La vida en si misma es un negocio, todo es negociable. Y en ese momento de la vida dije: ah pues sí. ¡Y pues NO!
Cuando nos atrevemos a negociar con nuestros principios, no solo hablo de nuestras creencias, ética o procesos; sino que también negociamos con nuestro tiempo, espacios personales y NO PONEMOS LÍMITES, pues ya perdimos.
Durante una buena cantidad de años manejé asi las cosas, diciendo a todo que sí, corriendo mas de la cuenta, llegando tarde a momentos especiales, más trasnocho y menos calidad de vida. Me enfermé y mal.
Me trajo momentos de tensión en mi matrimonio porque trasnochaba mucho trabajando y no paraba de correr, ¿para qué? ¡Para nada! Bueno si, para madurar y darme cuenta, creo que, a tiempo, de que estaba mal… ah y me dio material para este blog 😊.
Pero si hubo muchos malos ratos que pude ahorrarme (luego les dejo anécdotas polémicas e interesantes).
Momos Design, con ese nombre, nace cuando me caso, es la unión del apellido de mi increíble esposo y el mío. Momos, y asi nos decían en algunos lugares. Pero antes de eso yo ya ejercía bajo mi nombre. Lo cierto es que floreció cuando nació Momos Design (el logo con el gato es por mi gato Obi) Y por un tiempo “corrí tras el viento”, estaba tan cansada y el dinero no rendía. Sin embargo, puse orden en la casa Momos y tan bien ha resultado que de esto vivimos.
Parte de ese orden fue poner límites, horarios, el domingo NO SE TRABAJA, a veces festivos sí, porque trabajo fuera de Colombia. Vacaciones, hay unas que son hibridas por asi llamarlo, son escapadas para cambiar de ambiente, pero me llevo mi laptop para estar atenta de lo más urgente. Pero las de verdad que son más extensas, anuncio con tiempo (para no perjudicar a nadie) que no estaré disponible.
Yo soy cristiana y tengo claro que no diagramaría, por ejemplo, un libro de brujería (ya me lo ofrecieron), que no haría camisetas con la tabla ouija (otra anécdota). Tengo clarísimo que haría y que no y aprendí a decir no. He dicho que no a varias cosas, a clientes incluso, o sea gene que ya trabajó conmigo, porque en ese momento no puedo, el tiempo es corto, o no me siento bien para hacerlo. Si somos organizados podemos hacer eso, si vivimos en caos y ni sabemos que hay que pagar o cuando necesitamos… ahí es que empezamos a trabajar muy duro por dinero que nunca vemos.
En fin, se requiere de un profesional que se crea el mismo lo que vende, que consuma eso mismo, ¿si no que vas a vender y de que calidad? ¿Cómo vas a vender planes de contenido de redes sociales si ni siquiera tiendes tu cama? Parece no tener que ver, pero eso es claramente un reflejo de tu poca organización, Una casa en orden es una empresa exitosa.
Paz mental = Diseño bonito.
